lunes, 28 de marzo de 2011

¡El Marzo Paraguayo, ejemplo de un pueblo valiente!

marzo paraguayo*

los campesinos toman la ciudad
liberan la plaza y la hacen su territorio
se pertrechan con su secular miseria
enarbolan su eterno sueño agrario
izan su necesidad como nueva bandera
y se plantan como lapachos frente a la tormenta

los obreros honran a su estirpe combativa
se oponen piedra en mano a los militarotes
estrechan filas a la hora de la resistencia
ponen su pecho a los tiros de la traición
comandan el apedreamiento de los golpistas
ocultos tras los camiones de la basura

los estudiantes faltaron hoy a clase
pero aprobaron con soltura su materia cívica
deshojaron sus manuales en la cara del verdugo
aprobaron la más difícil de las asignaturas
aprendieron a escribir la libertad con sangre
y enseñaron que la patria es el primer deber
el pueblo entero con sus maravillosos jóvenes
maestros en alerta sacerdotes celebrantes
oficinistas solidarios taxistas autoconvocados
movilización de mujeres artistas y profesionales
todos dispuestos a ofrecer su vida si hace falta
para que la dignidad se haga verbo y carne en la patria

asunción 27 de marzo

desde la víspera y las oscuridades profundas
está escupiendo su odio de plomo y muerte
la temida bestia de todos los tiempos
émulo en miniatura del infanticida bíblico
chacal sanguinario y ciego de las estepas áridas
liberticida infame de los hijos de la democracia
ave de rapiña de los heroicos jóvenes de la libertad
y sembrador de cruces en la plaza enlutada

desde hace tiempo y con el falso ropaje de patriota
agazapado lustraba sus garras mercenarias
y con su lengua viperina de fatales engañifas
envalentonaba a su fúnebre cortejo de falsarios
cuando todo parecía caer a sus pies en el aquelarre
y sentado orondo en su trono de maleficio
dictaba -pérfido- sentencias en su tribunal de muerte
contra el pueblo que no quiso ahorrar vidas ni sangre

desde siempre y con la misma máscara de ocasión
quiso traficar la muerte como una mercancía barata
quiso ampliar su reino ten ebroso a todo el país
creyó que la sangre derramada iba a cosechar miedos
pero sus balas asesinas hicieron brotar la ira popular
un ejército de estudiantes obreros y campesinos
se hizo invencible a la hora de plantar banderas
banderas que cubren de honor la patria ensangrentada

*Poemas que pertenecen al libro "Razones de la sangre:Crónicas poéticas del Marzo Paraguayo", de Giblerto Ramírez Santacruz.

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