lunes, 4 de abril de 2011

Botella al mar

botella al mar*
te escribo porque no sé nada de ti
ni en qué lejano país podrías estar
cómo sobrevivirás sin amor ni patria
cómo volverás a sonreír después de todo
y cómo harás para callar tanto dolor
tanto tiempo y demasiado lejos

acaso ya no soy el que fui
durante el amor que duró nuestro tiempo
o a la inversa que es lo mismo
y me quedé apartado de tu vida
como un miembro cercenado de tu cuerpo
que difícilmente alcance a sobrevivir

hoy para mí la noche es el horizonte que apura mis pasos hacia algo desconocido
poderoso y frío que me atrae como el destino
pero me dejo llevar con todas mis penas
y acomodo los puñales en mi humanidad
que me aguijonean como filos cortantes

te escribo porque no sé nada de ti
pero cuánto supe entonces
cuando eras como la razón de mi vida
y eras como una ventana en mi celda oscura
cuando profesaba la eternidad de tus besos
cuando eras adorable y creía saber tanto de ti

Agencia AP – miércoles, 30 marzo, 2011, 15:00 hs

Carta en una botella encontrada en el Mar Báltico 24 años después

Casi un cuarto de siglo después de que un niño alemán lanzó al Mar Báltico un mensaje en una botella desde un barco, recibió la respuesta.

Un niño ruso de 13 años, Daniil Korotkikh, caminaba con sus padres en una playa cuando vio algo que brillaba en la arena.

"Vi una botella y se veía interesante", dijo Korotkikh el martes a The Associated Press. "Parecía una botella de cerveza alemana con tapón de cerámica y había un mensaje dentro".

Su padre, que habla un poco de alemán, tradujo la carta cuidadosamente envuelta en papel celofán y sellada con un vendaje médico.

Dice: "Mi nombre es Frank y tengo cinco años. Mi papá y yo estamos viajando en un barco a Dinamarca. Si encuentras esta carta, por favor escríbeme de vuelta, y yo te contestaré".

La carta, fechada en 1987, incluía una dirección del pueblo de Coesfeld.

El niño de la carta, Frank Uesbeck, tiene ahora 29 años. Sus padres aún viven en la dirección que estaba en la carta.

"Al principio no lo creía", dijo Uesbeck a la AP sobre la respuesta de Korotkikh. De hecho, apenas recordaba ese viaje, su padre escribió la carta.

El niño ruso dijo que no puede creer que la botella permaneció 24 años en el mar: "No habría sobrevivido en el agua tanto tiempo", dijo.

Él cree que estuvo escondida bajo la arena donde la encontró, en el istmo de Curlandia, una franja de arena de 100 kilómetros en Lituania y Rusia.(Agencia AP).

*Versos extraídos del libro "Poemas entre el amor y el olvido", de Gilberto Ramírez Santacruz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario