en el siglo veinte existieron una especie de seres
animales de pelo corto y sin ideas
seres poco favorecidos por la evolución
bestias con forma humana y verdes
orangutanes que quedaron a mitad de camino de la conciencia
gorilones carnívoros sobre todo y primates caníbales
seres corpulentos y mínimos de cabeza
monstruos uniformados y recibidos de asesinos en la West Point
el homo faber y sus ametralladoras
el siglo veinte fue una centuria pintoresca
en contraste existen seres indefensos e ilusos
centuria habitada por tres pablos
seres de segunda clase llamados civiles y víctimas
centuria dibujada por uno de los pablos
homo sapiens son los acribillados por el homo faber
centuria poematizada por el otro de los pablos
indefensos son los científicos los artistas y obreros
y centuria musicalizada por el último de los pablos
en el siglo veinte también existió otra especie de seres
humanoides pálidos y campeones en elegancia
seres dueños de las fieras verdosas y depredadoras
de almas humanistas y corazones angelicales
proceden del imperio norteño y necesitan que los rehagan humanos
seres que cubren sus cuerpos con trapos y telas finos
y un pedazo de los mismos penden de sus cuellos
especimenes que dan órdenes de muertes hambres y dioses miserables
seres muy temidos por su crueldad y diplomacia
adiestradores de los militares y obcecados de creerse amos del planeta
homo erectus y prestidigitadores de los monstruos verdes
monstruos verdes como defecaciones de san martín
monstruos verdes como la mucosidad de bolívar
monstruos verdes color distintivo de los boinas asesinos de sandino
monstruos verdes como caimanes mercenarios contra solano lópez
monstruos verdes como marines criminales de la libertad de granada
monstruos verdes como los matones de lorca y amante del verde
monstruos verdes de mierda contra la esperanza azul del pueblo
fusil al hombro y guitarra en manos*
desde esta herida
donde estoy sangrando
allende la piel de latinoamérica
extiendo mi mano junto al pueblo
elevo mi canto sobre el silencio
e izo la sonrisa de mi esperanza libertaria
porque estoy seguro de que es nuestro el mañana
desde esta herida
donde me estoy revolcando
en el vórtice de esta llaga en llamas
acaricio la cintura de centroamérica
la encuentro embarazada y melodiosa
pariendo por fin la libertad
porque no en vano amaron sandino los martí y bolívar
desde esta herida
donde estoy cantando
a través de una huella del puñal imperialista
en coro con el quetzal el cóndor y el guyrá campana
al hombro un fusil y guitarra en manos
y con la garganta armada de filosas razones
porque latinoamérica defiende un solo canto común y general
desde esta herida
donde me arrojaron como carroña
al acecho de los cuervos y gorilas caníbales
en donde creen que estoy caído
levanto mi verdad y la entono
y olvido las letanías y los misereres de ayer
porque latinoamérica no sólo quiere liberación
¡también puede!
padres nuestros*
padres nuestros
que están en la tierra
abonando el maíz el girasol y las estrellas
multiplicados sean vuestros nombres
en los pueblos sedientos de libertad
venga a nosotros el reino de la liberación
para hacerse vuestra voluntad en la tierra
como así también fuera de ella
dadnos hoy los mejores granos para amasar nuestro pan
de cada día y cada noche
perdónanos por pagar nuestras deudas externas
como también nosotros perdonamos a nuestros torturadores
y no nos dejen caer en la intervención yanki
mas libradnos del mal imperialista ¡amén!
*Poemas extraídos del libro "Golpe de poesía" de Gilberto Ramírez Santacruz, publicado en 1986 por la Editorial Comuneros.
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