lunes, 14 de marzo de 2011

¡El adiós a Félix de Guarania: un contructor de auroras!

CONSTRUCTOR DE AURORAS*

a Félix de Guarania

Siempre te veo igual,
arriando los pliegues de la noche,
enterrando los cadáveres del miedo,
plantando abecedarios en cada paso,
cabalgando libre sobre el optimismo
y hablando siempre de la victoria segura.

Nunca te he visto de otra forma,
siempre te veo escribiendo esperanzas,
siempre te veo portando la libertad,
siempre te veo organizando las letras,
siempre te veo agremiando los sueños,
siempre te veo distribuyendo poesías.

Desde que te conozco te veo igual,
domando, sonriente, el corcoveante exilio,
alisando sereno las canas de la espera,
criando cientos de hijos literarios en la desgracia,
empuñando la palabra como machete
y cortando en mil pedazos el analfabetismo.

Siempre te veo igual,
combatiendo en la colina de la dignidad,
cubriendo a la patria de poemas ejemplares,
repartiendo pasajes para el retorno inminente,
fabricando futuro para tu pueblo olvidado
y levantando tu canto con sapukái guaraní.

Desde que te conozco, Félix, te veo igual,
construyendo auroras para nuestros días felices.

Canción de la alegría que vendrá**


Y vendrá la alegría
Con el alba en las alas
A romper el silencio
Tenaz de los sepulcros.

Y se abrirán las corolas
Del tiempo detenido,
Liberando las voces
Del antiguo tumulto.

Sí, vendrá la alegría
En los surcos del verso,
Y la blanca paloma
Se llenará de cantos.

La libertad, su vieja
Hermana y compañera,
Volverá renacida
Con la bandera en alto.

Y llegará atravesando
La fatídica noche,
En las ancas del río
Rumoroso y obrero.

La rosa asesinada
Sacudirá sus pétalos
Y los capullos mustios
Reventarán luceros.

Será la vida entonces
Soñada estrellería,
Vivero de esperanzas
Germinado en fulgores.

Y se abrirán las amplias
Antiguas avenidas
Donde palpita un sueño
De reparados ardores.

Tendrá del horizonte
Su resplandor de luces
La vasta geografía
De los surcos preñados.

Y en el aire sonoro
De vegetal perfume,
Vibrarán las guitarras
De cantos liberados.

Fulgurarán los ojos
En tanto sus presagios
De nuevos horizontes
Abiertos en la tierra.

Un torrente imperioso
De puños y sonrisas,
Extenderá a los vientos
Las más claras banderas.

Y montarán los hombres
Sus caballos azules,
Y saldrán a los campos
De la semilla enterrada

A recoger el verde
Rumor de las espigas,
Y descubrir la siega
Tanto tiempo esperada.

Nuestro país inmenso
-Tierra de sol y monte
De humus rojo fecundo,
De noches estrelladas-

Se tensará las venas
Para albergar el grito,
Que llega con el alba
De luz recuperada.

*Poema escrito y publicado en homenaje al maestro don Félix de Guarania en 1986, en el libro "Golpe de poesía", de Gilberto Ramírez Santacruz.

**Versos pertenecientes al libro "Despierten las palabras", de Félix Guarania, publicado en Buenos Aires en 1986.-

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