miércoles, 9 de junio de 2010

Los enviados


Los enviados*

a monseñor Ismael Rolón y al padre Francisco de Paula Oliva, en su homenaje a todos los luchadores
de conciencia que expusieron y entregaron sus vidas
como prueba de amor y fe


Aquí tienes mi mejilla
la izquierda o la derecha
con sus cicatrices de antaño
con su rubor juvenil de siempre
ofrecida mil veces al odio
y fortalecida con los golpes
entumecida pero no adormecida
para sentir la afrenta con todo su peso
para que salpique al cielo si sangra
para que estampes en ella, represor,
toda la impotencia de tu vana artillería.

Aquí tienes mi cuerpo
expoliado por la ciega violencia
entregado al escarnio de la gentuza
herido por nocturnos fusileros
mutilado por su creencia íntegra
multiplicado por el unánime dolor
para que se entierre en él todo lo necio
para que se abone en él todo lo sublime
para que muera en él la bestia del mal
para que lo rompas todo, represor,
y hagas estallar su música libertaria.

Aquí tienes mi pueblo
de pie junto a su ideal de patria
codo a codo cercando la libertad
comulgando balas al son del canto
ensanchando horizontes hacia el futuro
entregando hijos en señal de fe
para que retumbe su grito indignado
para que su ejemplo recorra el universo
para que la iglesia reine por las calles
para que el cielo no se esconda entre las nubes
para mostrar que Dios acudió a su llamado.

*Poema en homenaje al Monseñor Rolón extraído del libro "Razones de la sangre:Crónicas poéticas sobre el Marzo Paraguayo", de Gilberto Ramírez Santacruz, publicado en 1999.-

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