Por Milia Gayoso Manzur

Ella es una de las miles de jóvenes que han nacido en territorio extranjero porque su madre, padre, o ambos, emigraron buscando mañanas mejores y lo encontraron en la Argentina, que desde siempre, ha recibido a los paraguayos que llegaron a su capital buscando empleo, o exiliados por cuestiones polìticas. En este ùltimo grupo se sitùan los hijos de destacados intelectuales y polìticos que fueron perseguidos por su pensamiento o por su compromiso con algún partido, en determinados momentos històricos de estos 200 años de vida, del
Paraguay independiente.
“¿Es paraguaya?”, preguntò un joven cartonero en la avenida Florida.
“Mi madre tambièn”, dijo, agregando un gentil piropo. Por las calles, en los centros comerciales, en el subte a la hora del regreso a la casa, luego de largas horas trabajando en las obras, en los comercios, en las casas particulares… miles de paraguayos reconocen la tonada de los visitantes y se hacen conocer. En cualquier parte del mundo, es maravilloso encontrar un compatriota que te traiga el aroma de la tierra, porque el techaga`u es la peor enfermedad que ataca a los paraguayos que han emigrado.
A la hora de la cena, en un conocido restaurant de la calle Callao, la carta ofrece, entre una gran variedad de empanadas criollas, la chipa guazù paraguaya. Muchos comercios han incluido varios platos nuestros porque entre sus comensales, es muy habitual tener paraguayos – residentes o visitantes- todos los dìas. Entonces, uno se siente bienvenido y honrado.

Es muy importante recalcar otra vez, la generosidad de nuestros vecinos - aunque algunos polìticos en carrera quieren romper con esta tradición-, olvidando que los paraguayos pagaron con trabajo y làgrimas, la hospitalidad argentina. Y que contribuyen con una nueva generación de niños y jóvenes que ayudan a construir tambièn, una
nueva argentina.
Fuente:Diario La Nación, Asunción, Paraguay, 12 de mayo de 2011.-
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