
El precio de pensar *
Todas las mañanas en Buenos Aires, en la intersección de las calles Cobos y Curapaligüe, se agolpan changarines de todos los oficios, casi todos ellos paraguayos, bolivianos y otros inmigrantes limítrofes, esperando que solicite sus servicios algún eventual cliente.
Entre tantos albañiles, plomeros, zapateros, carpinteros, carniceros y empleadas domésticas, una señora del barrio en apuro solicitó por un día el servicio de una cocinera paraguaya y en los siguientes términos.
-- Solamente por hoy necesito que me prepare para el almuerzo
y la cena –aclaró la preocupada mujer a su elegida cocinera que al parecer tenìa dudas sobre su contrato verbal.
--Como no, señora, ¿pero usted quiere mi servicio con pensamiento o sin pensamiento? –interrogó nerviosa la cocinera.
-- Yo necesito que cocine y no que piense –contestó la mujer molesta al creer que fue mal interpretada.
--Pero yo cocino con pensamiento por un precio y sin pensamiento por otro –respondió con naturalidad como acostumbrada a aclarar.
--Explíqueme ya y vamos que se hace tarde –apuró la señora como a punto de marchar.
La mujer acompañó el gesto, se dispuso a terminar la trata de su
servicio, ya presta a poner los píes en polvorosa y mano a la obra.
--Con pensamiento cobro 100 pesos por día y yo pienso la receta, sin pensamiento cobro 50 y usted debe pensar la receta. ¡Si gusta, señora, vamos nomás…!
Todas las mañanas en Buenos Aires, en la intersección de las calles Cobos y Curapaligüe, se agolpan changarines de todos los oficios, casi todos ellos paraguayos, bolivianos y otros inmigrantes limítrofes, esperando que solicite sus servicios algún eventual cliente.
Entre tantos albañiles, plomeros, zapateros, carpinteros, carniceros y empleadas domésticas, una señora del barrio en apuro solicitó por un día el servicio de una cocinera paraguaya y en los siguientes términos.
-- Solamente por hoy necesito que me prepare para el almuerzo
y la cena –aclaró la preocupada mujer a su elegida cocinera que al parecer tenìa dudas sobre su contrato verbal.
--Como no, señora, ¿pero usted quiere mi servicio con pensamiento o sin pensamiento? –interrogó nerviosa la cocinera.
-- Yo necesito que cocine y no que piense –contestó la mujer molesta al creer que fue mal interpretada.
--Pero yo cocino con pensamiento por un precio y sin pensamiento por otro –respondió con naturalidad como acostumbrada a aclarar.
--Explíqueme ya y vamos que se hace tarde –apuró la señora como a punto de marchar.
La mujer acompañó el gesto, se dispuso a terminar la trata de su
servicio, ya presta a poner los píes en polvorosa y mano a la obra.
--Con pensamiento cobro 100 pesos por día y yo pienso la receta, sin pensamiento cobro 50 y usted debe pensar la receta. ¡Si gusta, señora, vamos nomás…!
*"Sin pan y sin trabajo", pintura de Ernesto de la Cárcova.
Poemas de hoy en día

como una emblema de mis ojos
tu sonrisa fulgura entre los labios
y cae la noche de mi alma
en lenta llovizna fría
me abrazo a tu nombre
como un niño a su juguete favorito
y me refugio en tu recuerdo
tiritando de miedo
al saber que el ayer ha dejado de ser
el hoy se cae redondo por su propio peso
y el mañana pertenece sólo al azar
y demasiado cerca de la muerte segura
entonces rompí contra el piso tu retrato
nuestra historia que se niega a revivir
con la vana idea de negar su existencia
y creer que todo está recién por comenzar
me dicen...
que no debo apurar la copa
que la noche se abrirá a su debido tiempo
que el temporal amainará de a poco
que la dicha nunca llegará tarde
me dicen al pasar
y yo miro el reloj que apuñala mi espera
que la vida es un trago largo para sorber
que la muerte espera mientras estamos ocupados
que el amor es un niño que juega con cometas
que los sueños son ensayos para el más allá
me dicen sin querer
y yo tomo mi pulso que marca el tiempo perdido
que nada apabulle nuestro silencio interno
que el ruido de la calle no apague a los pájaros
que la polución no aflija el suspiro poético
que la rutina no condene al corazón a parar
me dicen como si nada
y yo clavo la mirada para no perder el horizonte
que la poesía es tal en tanto no se venda
que el poeta es un hombre más con precio
que el arte alguna vez explicó el mundo
que la metáfora perdió vigencia por el momento
me dicen sin decir agua va
y yo detengo mi paso y siento que late el universo
me dicen
que el hambre crece por doquier cada vez más
y yo miro mi plato lleno y me enveneno al comer
me dicen
que la lucha por la paz se libra a punta de fusil
y yo levanto mi poema y resurjo de mis derrotas
me dicen
tantas cosas y me entierran vivo antes de tiempo
y yo prefiero morir después del último punto aparte
hoy/1
hoy me visitó la alegría por vez primera
hoy la dicha se me instaló en el pecho
hoy la sonrisa vistió las paredes de mi cuarto
hoy quedó enmarcado el sol en mi ventana
hoy la felicidad me reclutó para su ejército
hoy la suerte hizo brotar en mí su manantial
hoy se posaron en mis hombros pájaros y mariposas
hoy el deseo cristalizó en mí su máximo placer
hoy el cielo se puso al alcance de mis manos
hoy dios me habló quedo para que nadie escuche
hoy la gloria se refugió en mi bolsillo
hoy cayeron con mi suspiro las estrellas más lejanas
hoy mi sábana blanca se volvió floreada
hoy a mi guitarra le brotó una flor en la boca
hoy el universo me dejó escuchar su mejor música
hoy el amor cubrió mi vida con un manto de besos
hoy amaneció entre mis brazos la mujer de mis sueños
hoy/2
hoy se abrió dolorosamente la tierra a mis pies
hoy me llevó por delante un tren con cien vagones
hoy un elefante me pisoteó mil veces el corazón
hoy me pasó por encima una cordillera en alud
hoy se desplomó de golpe el cielo sobre mi cabeza
hoy un rayo fulminante se me alojó en los oídos
hoy me demolió el edificio un atentado terrorista
hoy un terremoto imparable me usurpó el alma
hoy fui devorado por la vorágine del gran amazonas
hoy me desperté en nueva york sin saber quién era
hoy conocí la muerte que lleva inscrito mi nombre
hoy visité el infierno sin autorización del diablo
hoy se me clavó el freno cuando iba a mil por hora
hoy me fusilaron sin asco en vez de al destripador
hoy comieron mis ojos los cuervos de poe y van gogh
hoy me eligió la tristeza para ser su representante
hoy supe la verdad de que jamás me habías amado
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