jueves, 17 de abril de 2014

¡ODA AL MERCADO 4, UNA CRÓNICA CON MÁS DE 7 CAJAS!

oda al mercado 4*

mercado 4 danza universal y atrapadora
donde los cuerpos hacen pareja con la soledad
y el tufo ambiental se arremolina con el viento
donde el mundo cabe en pocas cuadras asuncenas
y unánimemente pulula el mercantilismo

(chipas calientes que queman los dientes
chipas calientes para mis clientes)

mercado 4 danza fantasmal y enloquecedora
donde lo profano encuentra su edén
y lo sagrado ocupa varios stands habilitados
donde los colores hallan sus tonos más bajos
y los sones guturales lucen sus matices completos

(tome che patrón aloja o tereré
anítei reguerekó py´a pereré)

mercado 4 danza proverbial y creadora
donde occidente toca fondo en su republiqueta
y donde oriente despliega su fantasía tecnológica
donde toman cerveza cristo buda y mahoma
donde persia hubiera querido eternizarse

(lustre lustre che patrón
emboveráke nde zapatón)

mercado 4 danza demencial y aterradora
donde la prostitución no distingue seso ni sexo
donde la dictadura defeca en las madrugadas
donde los borrachos vomitan cada noche su impotencia
y donde los artistas lamen la luna como si fuera de miel

(batatilla ha perudilla
para el amor una maravilla)

mercado 4 danza torrencial y avasalladora
donde putas locos y niños comparten el mismo regazo
donde mercachifles 108 y pyragués vigilan la noche
donde las callejuelas conducen a una segura venganza
y donde la puñalada es gratis al alcance de todos

(lambrí pe´uke lambrí
pe rekorô py´a nandí)

mercado 4 danza primordial y voluptuosa
donde chiperas yuyeras y quineleras son desfloradas
donde diarieros lustrabotas y carretilleros son vejados
donde el olor de la fritura perfuma el ajetreado panorama
y donde la pobreza viste remera con inscripciones en inglés

(pe´uke pohâ ñaná ha pohâ roysa
karia´y kuéra kuñándi pe vy´a haguâ)

mercado 4 danza multinacional y exploradora
donde siempre trabajan y compran los paraguayos
y donde venden siempre yankis turcos y orientales
donde todo se cotiza abiertamente en dólar y cruzeiro
y donde el guaraní sólo sirve para la nostalgia patriotera

(he´u mbeju lopi ha kavuré
ehendú nde py´áma ojeruré)

mercado 4 danza dictatorial y represora
donde el hambre ofrece su menú a cualquier precio
y donde el contrabando hace oro de su quimera
y donde el atropello al ser humano está a la orden del día
y donde las leyes escritas se utilizan para envolver bollos

(polla lotería ha quinela
oguerú ndeve la riqueza)

mercado 4 danza degeneracional y luctuosa
donde todo funciona de lunes a lunes y las 24 horas
comisaría templos quilombos y farmacias
en donde atienden amablemente sus propios dueños
y donde todo es posible conseguir a pedir de boca

(soy lisiado y mutilado del chaco
erú niquelmí akaru haguako)

mercado 4 danza fundamental y liberadora
donde el pueblo cuece las habas de su esperanza
donde el paraguay clama libertad en cada voz vendedora
donde los desheredados refugian su inquebrantable fe
donde en el barro esparcido pronto germinará una flor

mercado 4 danza final y homenajeadora
donde cada puesto vocifera su mercancía de redención

 
*Poema de Gilberto Ramírez Santacruz escrito en la década del 80 del siglo pasado y publicado en el libro "Poemas descartables y otros baladíes"(1990), libro impreso en forma de papel higiénico, en rollos similares a los que se destinan al baño para apañar el momento más esforzado del ser humano.

El Mercado 4*

            El Mercado 4 es el mercado de los pobres, pero también es el alma de la ciudad. En ese lugar el sentido de la vista disfruta de un variado colorido de las mercancías. El sentido del olfato se deleita con los olores de las frutas, del asadito frito… Solo el ruido puede que nos moleste un poco, pero no olvidemos que estamos en un mercado donde escucharemos de todo. Pero concentrémonos solo en las vendedoras, ellas son la voz de ese lugar.
Todo lo que necesita la gente lo encuentra en el Mercado 4.
Se ha formado en este lugar un cosmopolitanismo comercial, hay vendedores de todas las nacionalidades, desde coreanos, chinos, árabes, africanos...
–¡Empanada de mandioca barato!, ¡empanada de mandioca barato! –pasa gritando el hambre, sin ir muy lejos.

Perderse en el Mercado 4 es la mejor forma de reencontrarse con uno mismo. Ya no veo a los escuálidos y silenciosos caballos  (o burricos) arrastrando la carreta. Ahora abundan las motos y los carromotos. En este emblemático lugar, las vendedoras más amorosas te salen al paso, diciéndote con una sonrisa: “Amor, qué estás buscando… Cielo, qué le podemos ofrecer? Cariño,…?” Ellas saben cómo subirnos la autoestima. Y como la afectividad es a veces efectiva, de vez en cuando compro algo. Un cocido con chipa, por ejemplo, ese sabor auténticamente guaraní. Pero cuidado, después del éxito de la película paraguaya 7 cajas los precios han subido en este laberinto y a la vez paraíso comercial.
Los carretilleros pasan con las ruedas chirriantes de su carretilla. Como en la película, buscan a quien llevarles hasta el colectivo, o el taxi las cajas que contienen mercancías. Al recorrer por los pasillos del Mercado 4 me parece escuchar la voz de una chica que grita: “Corrée, Víctor, Corrée, Víctor”. Esa voz parece que se dirige a mí, pero un poder extraño se apodera de mis piernas. Me quedo paralizado ante lo inevitable...
CRISTIAN DAVID LÓPEZ
(Poeta paraguayo)

*Publicado por DACRISVI en www.cristianparaguayo.blogspot.com.ar, septiembre de 2013.-

                     7 cajas


             La trama de la película paraguaya*


La película transcurre en el mes de abril del año 2005. Víctor, un carretillero de 17 años que trabaja en el famoso Mercado 4 de la ciudad de Asunción, se distrae imaginando ser famoso y admirado en la televisión de un puesto de ventas de DVD piratas en pleno Mercado 4, lo que causa la pérdida de un cliente a manos de otro carretillero que se le adelantó. El mundo del mercado es hostil, competitivo y hay miles como él esperando llevar las compras de los clientes a cambio de una pequeña remuneración. Víctor entiende que necesita moverse para conseguir algo de dinero ese día. Entonces recibe una propuesta algo inusual, transportar 7 cajas de las que desconoce su contenido, a cambio de la mitad de un billete rasgado de 100 dólares. La otra mitad del dinero se le entregaría cuando éste termine su trabajo. Con un teléfono celular en préstamo, que utiliza el contratista para ir marcando por cual calle trasladarse, Víctor emprende el viaje. Cruzar las 8 manzanas que cubre el mercado parecía fácil pero las cosas se le van complicando: Le roban una caja, pierde el teléfono celular y la policía rodea el mercado buscando algo que él ignora por completo. A esto se suma un grupo de carretilleros dispuestos a escoltar las cajas por una suma ínfima de las ganancias. Sin saber, Víctor y sus perseguidores se van involucrando en un crimen del que no saben nada: la causa, la víctima y el victimario. Se hace de noche y Víctor entiende que ahora es cómplice de algo muy delicado y peligroso. La necesidad entonces le obliga a correr, a gritar, o simplemente a callar, y a querer saber lo que hay dentro de las cajas.


      
                                 

*Fuente:http://www.about.com/espanol/

1 comentario:

  1. Excelente homenaje al mercado 4, ese lugar en la que me solía perder cuando tenía siete años.
    Sin lugar a dudas nos sigue inspirando.

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