sábado, 10 de octubre de 2015

¡Poemas de fuegos y artificios...!

Fuegos*

El fuego que es la sangre de la luz,
el humo que es la huella de la esperanza,
la ceniza que es la prueba de la nada,
obrarán para que las tinieblas den paso:
al liberado mundo de amor y libertad.


Es necesario quemar el pasado de espinas represoras,
es necesario convertir esta maraña en chacra cultivable,
es necesario soñar con los ojos abiertos el futuro;
luego es necesario pensar calculando su llegada;
después será necesario gritar y cantar y luchar para que todo ocurra.

Pero nada será posible sin el fuego devastador,
que fulminará todo cuanto entorpezca la primavera anunciada,
que calcinará cualquier hierba mala del sembradío,
que chamuscará al espantapájaros que no cumple su labor
y abrasará al pueblo con su voracidad liberadora.

Sin embargo, el incendio se alimentará de nuestros huesos,
nuestros brazos atizarán sus leños hasta el amanecer,
nuestra sangre nutrirá de combustible a la vorágine de brasas,
nuestras guitarras serán alcanzadas por la lengua de llamas
y nuestro canto se tornará verde como un rozado en pleno brote.

El fuego que es la sangre de la luz,
el humo que es la huella de la esperanza,
la ceniza que es la prueba de la nada,
obrarán para que las tinieblas den paso:
al liberado mundo de amor y libertad. 


Arte poemática 

Ya vendrán otros poetas y otros cantores
cuando la muerte vuelva a ser natural, no negocio
a revivir la lira y la musa;
porque hoy la poesía se arma ante las bombas
como las flores con sus aguijones ante el machete
y los antipoemas contra el hambre organizado.

Lo mejor que hoy tienen las flores, son sus espinas;
los poemas, sus poetas con sangre de Tirteo;
la imaginación, sus duendes anunciadores del sol;
la noche, su prudencia de silencio fecundo;
la lucha, sus combatientes milagreros del futuro;
la paz, sus hacedores de guerreros pacíficos
y el pan, sus necesitados creyentes en el trigo.

No se preocupen, poetas del ensueño,
las flores comprenden mejor que nosotros;
las estrellas no quieren que sus ojos se cierren;
los sueños están en vertiginosa extinción;
las pesadillas se multiplican noche a noche;
el miedo cabalga sobre la esperanza.



"El ángel de la inspiración perdió las alas,
en un atentado terrorista", consigna el titular de un diario
y los perros como nunca están ladrando a la luna.

Es poco lo que puede la poesía,
todo se hace también sin ella:
el gallo ni el gorrión determinan el amanecer,
pero sin ellos el alba es un pájaro sin vuelo.

Es poco lo que puede la poesía,
aun sin ella la vida es posible:
la cigarra no provoca el verano
ni el dolor es causante del parto,
pero sin ellos nunca maduraron las sandías
y ninguna revolución ha plasmado su sueño.

* Poemas extraídos del libro "Fuegos y Artificios" de Gilberto Ramírez Santacruz.



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