Apuntes de un poeta aficionado y escritor esporádico. Según algunos, Gilberto escribe para no trabajar y, otros, que le cuesta mucho trabajo escribir! Pero él mismo cuenta su modus operandi a la hora de escribir:"Sólo quiero escribir cuando amo pero cuando amo dejo de escribir, por suerte cuento yo con las dos manos que al tiempo de amar puedo sentir." El desafío está echado, con el tiempo se verá si Gilberto escribe poco porque trabaja mucho o escribe mucho porque trabaja poco.El blogger
lunes, 19 de septiembre de 2011
Lénin y sus ojos de niño...!
El niño y su lectura*
Con sus cinco años, mi pequeño hijo Lénin avanzaba en su aprendizaje, después de familiarizarse con los números, comenzaba a reconocer las letras y nombrarlas fonéticamente, cuando vio la procesión del jueves santo que recorría el barrio quedó boquiabierto por un rato, con su cortejo de curas y monjas que, rigurosamente vestidos de sotanas y hábitos blancos, como también algunos vecinos y devotos en general, acompañaba al sufrido Cristo caído que iba montado en la carrocería de un desvencijado camión, llevando una pesada y exagerada cruz al hombro.
Lénin, lejos aún de las imposiciones de figuras y símbolos cristianos, hizo su lectura al instante de lo que estaba viendo, por supuesto de acuerdo a los elementos recientemente aprehendidos en la escuela y su curiosidad por encontrar analogías con los hechos de la realidad circundante:
- ¡Papi, vení a ver, por favor, al pobre hombre que lleva esa enorme letra X en su espalda, seguido por muchos fantasmas vestidos de blanco!
*Del libro inédito "Espiridión y otros cuentos pendientes", de Gilberto Ramírez Santacruz.
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