viernes, 10 de diciembre de 2010

Vargas Llosa: ¡Premio Nobel versus Premio "Noble"!

En estos días, le bromeaba a mi amigo escritor Carlos Rigel que era preferible ganar un premio "noble", en alusión al certamen de Clarín en el que había participado, antes de obtener de la forma que obtuvo Vargas Llosa el Premio Nobel, más allá de sus posibles méritos literarios, estrictamente por su labor política o trabajo sucio a favor de los centros de poder unipolar. Con su trillada cantinela de defensor de la democracia liberal, entendida el sistema que nos viene expoliando a través de los siglos, su célebre sonrisa que ostenta los molares de dinosaurios o dentadura robada a la saqueada boca de Onetti, según el propio autor de Los cachorros.

Con su cipayismo ilustrado, profesor privilegiado en las universidades norteamericanas, oh casualidad, desde donde surge su "pensamiento único" en formas periodisticas y literarias para ser distribuidas y publicadas globalmente en cadena de diarios que tiene por base a Miami y respaldada férreamente por la SIP. Vargas Llosa y su cachorro Alvaro, autor del Manual del perfecto idiota latinoamericano, trabajan para la corona y reciben la paga por medio de los premios que ya se agotaron para el pergeñador de La tía Julia y el escribidor, no le queda nada por ganar, ya se embolsó todo, también el Cervantes y ahora el Nobel.Las malas lenguas les llaman, al padre y al hijo, "los pluscuanperfectos idiotas latinoamericanos" por prestarse a denostar a todos aquellos que alguna vez y ahora se hayan propuesto oponerse al designio imperialista, sencillamente. Aunque otros dicen que Varguitas irá por el último premio que le queda por cazar, dentro de la elección de Miss Universo, hacerse acreedor de la corona de Miss sonrisa...

Pero el dato más llamativo que se comentó, a raíz del Premio Nobel, sobre el pregenitor de Pantaleón y las visitadoras fue su condición de púgil, supuestamente demostrada en el rostro de García Márquez y en defensa de su amada esposa. Seguramente, el Gabo cayó en la trampa de este mañoso y famoso escritorzuelo, al insinuar algun galanteo a Patricia Llosa y, respondiendo a un instinto natural de gustar siempre de las primas del amigo, en este caso, chocó contra los celos del Otelo peruano convertido en consorte reincidente e incestuoso de su propia pariente consaguínea.

El año pasado el Nobel de literatura se otorgó a una escritora de la ex Alemania democrática, cuyo nombre ya nadie recuerda, para homenajear los 20 años de la caída del bloque socialista y por cantar la supuesta muerte del comunismo. Todos recordarán, el de la Paz fue destinado a Obama, presidente del país que más armas produce y utiliza como amo de todas las guerras.Al recibir el premio, sin ruborizarse siquiera, anunció que enviará más soldados a Afganistán y que la única o muchas veces "la paz se defiende con la guerra". Si las gallinas fueran suecas, el Nobel de la Paz le hubieran otorgado al zorro que tanto les protege, que al recibir el premio el galardonado hubiera anunciado que seguirá comiendo a las gallinas porque la única o muchas veces la mejor manera de cuidarlas es comiéndolas.
En 2010, asisitimos la premiación a un heraldo que trabaja anunciando la muerte de la liberación posible del imperio yanqui y pregona el neoliberalismo, cínicamente, como la restauración del conservadorismo, con golpes de estado incluidos como el de Honduras, pero en "formas revolucionarias" y lejos de "todo autoritarismo" según entiende el Pentágono.
La última vez que visitó Buenos Aires, a Vargas Llosa alguien le gritó:¡Cortáte el piolín de tu máscara, Malinche travestido!

2 comentarios:

  1. No digo nada sobre Vargas Llosa, pero no estoy en absoluto de acuerdo con la observación de que "el año pasado el Nobel de literatura se otorgó a una escritora de la ex Alemania democrática, cuyo nombre ya nadie recuerda...". No sólo porque Herta Müller no tiene nada que ver con la ex RDA (nació y vivió como miembro de la minoría alemana en Rumania, perseguida y silenciada por la Securitate), sino porque ese otorgamiento del Nobel fue una decisión noble y justificada, más por el valor poético-literario de su escritura profundamente humana que por su supuesto contenido político, fenómeno raro en la historia del Nobel de Literatura. Si ahora no se recuerda (mejor: no se conoce) mucho fuera del ámbito germano, seguramente no es por falta de calidad literaria, más bien por el contrario: es una lectura hermosa pero difícil y más difícil de traducir...

    ResponderEliminar
  2. No estoy de acuerdo con este último comentario. Incluso Joyce, irlandés transplantado a Inglaterra, ha sido traducido al español por un cubano en la que podríamos llamar "la prueba de escritorio del Ulises", me refiero a "Dublin, Dublinés". No hay intraducibles. Hay mejores o peores traducciones. Simplemente Müller no concita aún interés público.
    Pero es cierto que el Nobel no es un referente ni literario ni político más allá de toda duda persistente. En verdad ya no sé cómo diablos entender a la fundación.
    Borges, cuya calidad literaria no admite tantas discusiones no lo recibió por su comportamiento cívico. Bien. Y sin embargo el mexicano Carlos Fuentes, en el extremo opuesto, tampoco, aunque claramente explora una realidad americana culta y en alpargatas. Tampoco Roa Basto, emblema y pulso de una patria lázaro en un continente dormido. Pero ahora lo recibe esta figura "todoterreno", más neutro "CNN en español" que peruano, y con menos méritos literarios que servicios políticos de consultor.
    Tal parece que para recibir el famoso premio de literatura es necesario o haber escapado por un túnel o actuar en un costado político de moda.
    Kafka estaría cagado si fuera por la eso.
    Sin embargo, hay una novedad.
    A menudo se dice que la fundación Nobel premia a autores desconocidos. Esta vez no: Sabemos "bien" quien es Vargas Llosa.

    ResponderEliminar