Ojos de niño*
El niño crea siempre con sus ojos mundos nuevos
y recrea también cada día hasta la misma Creación.
reorienta y modifica la antigua función de los astros,
reordena el caos del tránsito de los vientos y de las aguas,
rehabilita y les da nuevo sentido a los objetos inútiles,
con ternura logra domesticar a monstruos y fantasmas,
rebautiza y reanima entre polvos a los juguetes olvidados,
con su curiosidad revoluciona el baúl de los recuerdos,
pero luego el niño cierra los ojos como el séptimo día
pero luego el niño cierra los ojos como el séptimo día
y descansa feliz antes de recomenzar su tarea creativa.
El niño con sus ojos aparta a la luna de entre las estrellas,
para incrustarle costillas de tacuara y larga cola de tela,
para ponerle riendas de tres sogas y anudar al carretel,
para convertirla en una imaginaria pandorga nocturna,
antes de que los poetas contemplativos se arrodillen
y la devoren metafóricamente como hostia sacramental.
El niño con sus ojos hace brotar y subir a la lluvia del mar,
puede que los árboles para abrevar vuelen a las nubes,
a los animales pequeños hace batir en duelo con dinosaurios,
el sol es apenas una linterna que nos presta Dios cada día,
pero los filósofos más avezados pretenden hacernos creer
de que la lógica es la única vara para mensurar la verdad.
El niño con sus ojos domina el eje magnético del planeta,
une con un irregular trazo a mano alzada los dos polos,
con sus cordilleras que florecen todo el año en su cima,
con sus campos sembrados de parques de diversiones,
pero pocos educadores creen que el juego es algo serio
y que los niños en vez de estudiar sólo deben jugar.
El niño crea siempre con sus ojos mundos nuevos
para ponerle riendas de tres sogas y anudar al carretel,
para convertirla en una imaginaria pandorga nocturna,
antes de que los poetas contemplativos se arrodillen
y la devoren metafóricamente como hostia sacramental.
El niño con sus ojos hace brotar y subir a la lluvia del mar,
puede que los árboles para abrevar vuelen a las nubes,
a los animales pequeños hace batir en duelo con dinosaurios,
el sol es apenas una linterna que nos presta Dios cada día,
pero los filósofos más avezados pretenden hacernos creer
de que la lógica es la única vara para mensurar la verdad.
El niño con sus ojos domina el eje magnético del planeta,
une con un irregular trazo a mano alzada los dos polos,
con sus cordilleras que florecen todo el año en su cima,
con sus campos sembrados de parques de diversiones,
pero pocos educadores creen que el juego es algo serio
y que los niños en vez de estudiar sólo deben jugar.
El niño crea siempre con sus ojos mundos nuevos
y recrea también cada día hasta la misma Creación.
*Versos del libro inédito "Poemas de hoy en día" de G.R.S.
*Versos del libro inédito "Poemas de hoy en día" de G.R.S.
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